Autor: Armando Acuña
Ediciones:
2016 Edición impresa 200 ejemplares, Primer premio narrativa, Concurso literario centenario Nicanor Parra, I. Municipalidad de El Tabo. Chile
2019 Edición digital gratuita.
2019 Edición impresa comercializada solo por el autor o sus representantes.
2020 Edición digital gratuita y corregida
Registro Propiedad Intelectual Santiago, Chile N° 270.203
El paisano
Ese paisano que, años atrás, leía mis notas y fumaba mis cigarrillos en el cruce a las minas, sabía,…
Tu pequeño cuarto del balcón azul
Había tomado el último bus a Valparaíso. Me acomodé para dormir un poco cuando recordé que no había …
El agua fresca
Rasvín, un joven erudito, fue en busca de Anmarsuan, un monje que le podía enseñar el arte de la ate…
Mi muy querida Madame Rachelle
Estaba en mi tienda revisando unas cajas de mercancía recién llegada de Europa cuando entró el nuevo…
Atracción eléctrica
Josefa soñaba que las ramas de un árbol golpeaban la ventana de la casa. Despertó y escuchó. Alguien…
La vida de Juan
Desde un cierto punto de vista, este era un mal día para Juan. Hacía diez minutos que lo habían desp…
En abril volvemos al mar
Una soleada tarde de abril, mientras caminaba por la larga playa de El Tabo, divisé un grupo de pers…
El loro iluminado
El monasterio de Banthuar, en las montañas azules, era conocido por sus estudios y enseñanzas en div…
Lo que da miedo
El gato esperó a que entraran los ratones a la cocina y se lanzó tras ellos. Los ratones corrieron, …
El librero de Ñuñoa
No estaba muy contento en el barrio de Ñuñoa, o mejor dicho no estaba contento con nada. Echaba de m…
El mago de los cambios
Samuel, un hombre común y corriente, está disconforme con su vida. Sueña con ser algo mejor. Reúne 5…
Un humano más
Al fondo de una hondonada se ven tres figuras, una de ellas está en el suelo. —Un humano más —dijo e…
Tsunami en reversa
23:47 Sí, así, así, asííí. ¡Qué tsunami!. Aire, aire, me falta aire y estoy toda mojada y desparrama…
Jerosolimitano
Ahí estaba yo, con una astilla incrustada en el brazo, en la sala de espera de la emergencia del hos…
Amanecer con Charlotte
Es madrugada de domingo. Los últimos invitados de la fiesta se van retirando y Esteban acompaña a Ch…
El cordero en la colina
Un cordero se alejó del rebaño para ir a observar desde la cima de la colina. Desde ahí veía el resp…
Voy, voy
Rolando Gutierrez, motorista de carabineros, estaba encantado con su nueva chaqueta de patrullaje. S…
Sesión nocturna
Es verano, está atardeciendo. Una joven pareja conversa fuera de una cabaña que bordea el cercano bo…
Aladino, el genio y los celulares
Aladino encontró una vieja lámpara en el desierto y se puso a frotarla con su manto para sacarle la …
La fila del arroz
Esa noche había fiesta de disfraces en nuestro colectivo de jóvenes artistas; bueno, la verdad no ta…
Somos nuestro entorno
El nuevo obispo fue a visitar un lejano monasterio de su jurisdicción. Al llegar fue atendido con gr…
Ocasión de danzar
Es día de primavera, los campos compiten en mostrar sus vivaces paletas de colores. El jugueteo del …
Una pesadilla en la cama
Una mujer despierta gritando por una pesadilla y su marido se hace el dormido para tratar de continu…
El robo del banco
Una atractiva mujer solicitó hablar con el gerente del banco y la hicieron pasar a su oficina. —La p…
Aprendiz de equilibrista
Sahuan y Taskín eran los dos, y los únicos en verdad, payasos de un pequeño circo itinerante que, ca…
Mis peores enemigos
El emperador observó al delgado prisionero. Éste aún tenía el pelo rebelde y la mirada altiva de aqu…
Patrones conductuales
Es una mañana soleada en los jardines del hospital, algunas personas pasean lentamente. Un hombre, d…
El libro de los nuevos amigos
Un hombre lector compró un libro llamado “El libro de los nuevos amigos”, el que trataba…
El día que perdoné a la mosca
Sí, la perdoné, no la maté como hice con sus hermanas aquel día. Quizás estaba relajado y eso mismo …
El impresor
La vez anterior no había aprendido mucho, quizás lo único que supe con claridad era que había un sec…
Cocina creativa
Una pareja de turistas se perdió en la selva. Ya llevaban un día caminando cuando se encontraron rod…
Noche de verano
Es noche despejada y tranquila, de pronto el quejido de una mujer rompe la quietud. —Aghhhh, aghhhh.…
Desayuno para días fríos
Cuando era niño, desde mi cama, a través de la ventana veía una gotita que brillaba como un pequeño …
El camino al paraíso
Esa noche el obispo estaba con sueño intranquilo, quizás se debía a la cena. Mañana le diría a la co…
La bañista
Era invierno y habían vuelto los dolores de espalda. Mejor dicho los dolores de las dos espaldas, po…
El cuento del burro
Llevaban un burro al matadero porque ya estaba viejo. El animal iba tan triste que tardó en darse cu…
El aspirante
La cárcel de la ciudad de Fuentefortuna es un edificio de tres pisos, gris, de muros gruesos, ventan…
El guardián de las maletas
En el verano de 1966, cuando tenía ocho años, llegamos a vivir a Santiago y nos preparamos para ir u…
La alfombra voladora
Al reino de Iskaidan llegó un buhonero con los remedios de costumbre para la caída del pelo, otros p…
Movimiento robótico
Era ya inicios del año 2075 y el presidente del gobierno mundial debía decidir, antes de mayo, de qu…
Iván Consinsuerte
Iván iba feliz en su moto nueva, recién ganada en una rifa. Por mirar a una muchacha se estrelló con…