Aventadores de sueños
El monótono ruido del tren me iba adormeciendo, pero no dejaba de escuchar las conversaciones de los otros pasajeros. El tema era por supuesto el último pueblo que había volado. Ahí llegó ella a mi lado. — Está desocupado este puesto?, preguntó. Con desgano saqué mi mochila del asiento, pues había otros asientos disponibles en …