Tres verdades de un ruso borracho

Una madrugada, caminando por el casco viejo de Valparaíso, conocí un ruso borracho que escribía grafitis en las esquinas.
Viendo el que yo llevaba un libro en mi mano. Me dijo tres cosas:
1- Si leemos lo que nos revuelve por dentro, la casualidad ya no dirigirá nuestras vidas.
2- Si nos leemos a nosotros mismos solo nos queda reír o quizás llorar
3- Si ríes o lloras acompañado no necesitas estar borracho escribiendo grafitis como yo.

Ahora no sé si reírme o llorar de lo que dijo ja, ja, ja