Una culebra
Bartolito dormía en su cama cuando lo despertó un tic-tic. Abrió un ojo y pensó —debe ser María Ignacia que está abajo tirando piedritas a la ventana. Se levantó y miró por el vidrio, afuera no había nadie, volvió a acostarse. Volvieron a sonar unos golpecitos en la ventana. Se levantó de un salto y …