Por cosas de la vida
me salté alguna niñez.
Quizás fui muy lejos
pues de siete años
me convertí en ermitaño.
Ahora ya de viejo
con mucho agrado de mí,
aunque no de todos,
estoy volviendo a ser niño.
Por cosas de la vida
me salté alguna niñez.
Quizás fui muy lejos
pues de siete años
me convertí en ermitaño.
Ahora ya de viejo
con mucho agrado de mí,
aunque no de todos,
estoy volviendo a ser niño.